Todo el mundo tiene algo que decir acerca de la práctica de adoración corporativa. He conversado con muchos amigos que son muy conservadores cuando se trata del uso de la música y las artes en la iglesia. Muchos dicen que la adoración se ha vuelto puro entretenimiento en vez de ser verdadera adoración fundamentada en la verdad bíblica. Es cierto que en las culturas de hoy día el entretenimiento es probablemente uno de los mayores valores. Aún iglesias hoy tratan de mantener a la gente complacida y entretenida, y a veces a Pastores ni siquiera les importa si sus congregaciones tienen un conocimiento correcto sobre Dios, siempre y cuando todos estén contentos y entretenidos con todo lo que hacen, y sigan viniendo a la iglesia.
En algunas iglesias la adoración se trata sólo del cerebro, conocimiento correcto de Dios. En otras iglesias la adoración y vida Cristiana se trata sólo de nuestras emociones, y terminan comprometiendo la verdad bíblica. Algunos líderes de adoración manipulan a sus congregaciones con palabras atractivas, cambian su tono de voz cuando hablan y cantan, haciéndolo más conmovedor. Para ellos todo se trata de escoger las canciones apropiadas, decir las cosas precisas, que muevan el corazón de la gente y que haga a todos hacer lo que ellos quieren en el momento. Este tipo de líderes de adoración siempre están apelando únicamente a las emociones de la gente durante los servicios de adoración, en vez de tratar y trabajar duro en involucrar, enseñar y motivar a la congregación con verdades bíblicas.
Entonces, que hacemos? Algunos hermanos muy conservadores dicen: “bueno, para resolver este problema lo único que tenemos que hacer es deshacernos de todo aquello que entretenga a la gente y que los distraiga de la adoración verdadera. Después de todo, la adoración no se trata de nuestras emociones, sino de tener un conocimiento correcto de Dios”. Esto es exactamente como pensaba Juan Calvino acerca del uso de la música y las artes en la adoración. Calvino escribió: “Nunca se nos ha prohibido... deleitarnos en harmonía musical... Pero gravitar en deleite... intoxicar la mente y el corazón con placeres presentes... esto está muy lejos de un buen uso de los regalos de Dios”. (Pietsch, 163. Tomado de Charles P. St-Onge, Concordia Theological Seminary, Fort Wayne, IN. “Music, Worship and Martin Luther”).
Creo que hay una preocupación legitima aquí. Debemos instruir al pueblo de Dios con la Palabra (1 Timoteo 4:11-13; 2 Timoteo 2:2; Tito 2:1), de manera que adoremos a Dios por lo que El realmente es y por lo que ha hecho por nosotros, y no sólo busquemos entretenimiento superficial y temporal en sus regalos, sino en El mismo. Sin embargo, no creo que esta fórmula aborda ni resuelve el problema correctamente. No creo que la mejor opción sea deshacernos de las cosas que Dios mismo creo para Sí mismo, y que de hecho le dan gloria.
El primer problema que veo con esto es que es una visión pobre, deficiente e equivocada de la adoración a Dios pensar que la verdadera adoración sólo se da cuando nos encapsulamos en nosotros mismos, en cuerpo y mente, y entramos en una especia de estado “místico-espacial”, separado de todo el mundo que nos rodea, pensamos en Dios, y evitamos ser distraídos por cualquier cosa, ya sean luces, instrumentos, personas aplaudiendo o cantando a nuestro alrededor. Creo que esto está muy lejos de lo que vemos en las Escrituras acerca de tiempos de adoración corporativa. Sí, hubo muchas ocasiones en las que Dios encontró a hombres y mujeres en la Biblia, y que su adoración fue cayendo al suelo, rostro en tierra, sin palabras, simplemente en asombro; pero si estudiamos bien, nos daremos cuenta de que este no es el patrón que encontramos en las Escrituras cuando el pueblo de Dios era llamado a reunirse a cantar alabanzas a Dios corporativamente. No es la manera como el Salmista describe tiempos de adoración corporativa en los Salmos (Salmos 33:1-3; 47:1-2, 66:1-5; 87:7; 92:1-4; 95:1-2; 96:1-3; 98:4-6; 100; 133:1; 134; 150), ni es la manera como el Nuevo Testamento los describe tampoco (1 Corintios 14:26; Efesios 5:19; Colosenses 3:16).
Creo que la Biblia es clara en que cuando el pueblo de Dios se reune para adoración corporativa, lo hace en unidad, para edificarse unos a otros y para cantar alabanzas directamente a Dios en unidad como un cuerpo en Cristo Jesús. Esto no significa que no hay lugar para confesiones de fe individuales, confesiones de pecado individuales, tiempo para oración individual, tiempo para cantar al Señor de nuestra experiencia personal con Cristo. Claro que sí, en nuestros tiempos de adoración corporativa debemos proveer estos tiempos; pero estos momentos individuales no deben ser lo que gobierne el espíritu de nuestros servicios de adoración. Adoración corporativa por definición implica “un grupo de personas”, no es individualista. Así que salgase de Su estado “místico-espacial”, y mire lo que Dios está haciendo a su alrededor.
El segundo problema que tengo con esta visión de la adoración es que sí adoramos a Dios cuando disfrutamos de las cosas que El ha creado para Su gloria. Fuimos creados para Su gloria (Isaías 43:7), todo fue creado para Su gloria (Colosenses 1:16). La música y las artes son regalos de Dios. Estos nos ayudan a expresar y comunicar nuestros pensamientos y emociones de una manera que honra a nuestro Salvador. Es cierto que la adoración no se trata sólo de nuestras emociones; pues nuestras emociones son caídas y pecaminosas. Pero adoración tampoco se trata sólo de nuestro cerebro, el cual también es caído y pecaminoso, y necesita ser redimido. Lo que necesitamos es unir nuestra cabeza (pensamientos) y corazón (emociones) y someter ambas cosas a lo que Dios ha revelado de Sí mismo en Su Palabra.
Adoración verdadera es la respuesta apropiada de la creación a la revelación de Dios a través de Jesucristo. Es orgullo de nuestra parte, pensar que podemos presentarnos delante de Dios y no responder apropiadamente. Y sería estupidez pensar que podemos venir a Dios en nuestros propios terminos, sin saber lo que El ha revelado sobre Sí mismo. Así que necesitamos ambas cosas, conocimiento correcto acerca de Dios, y un corazón que responda apropiadamente a la revelación de Dios. Conocimiento correcto acerca de Dios sin emociones que respondan nos lleva a legalismo. Emociones sin un conocimiento correcto acerca de Dios nos llevan a idolatría.
No hay nada de malo en disfrutar la música y las artes; por el contrario, estos honran a Dios. Dios es adorado y honrado cuando disfrutamos de sus regalos y le atribuímos toda la gloria por estos. Nosotros adoramos a Dios, el Creador de la música; no a la música misma. Pero adoramos a Dios cuando valoramos y disfrutamos la música, aún como iglesia.
no puedo creer que acabo de encontrar este blog. Si le soy honesto, me he sentido tan solo los últimos años, después de sufrir tanto por los abusos de aquellos que piensan que la adoración son emociones, otros que piensan que la adoración es liturgia, y otros que piensan que adoración es solo música. Todos adoramos, Dios nos hizo adoradores, desafortunadamente NO todos adoramos a Dios. Hay aquellos que adoran los bienes de este mundo, la creación, pero NO al creador. Gracias a Dios por Jesucristo, el único que puede regenerar nuestro corazón para que adoremos a Dios nuestro creador y NO a la creación. Me siento contento de oir a alguien espresar es tema de la adoración con la unica meta de exaltar a Jesucristo. Que falta de Cristo esta la musica "cristiana" de hoy en día. Y a la vez artisticamente nos conformamos tan facil con cualquier cosa. Como gozo su musica hermano, la gozo porque glorifica a Dios y porque artistiamente me gusta también. No se canse de exaltar a Jesucristo, no se canse de proclamar el evangelio de Jesus a través de la música, y hagamoslo todo única y solamente para Gloria de Dios. Jesucristo + nada es igual a TODO.
ReplyDeleteCon amor Cristiano,
Raudel.
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